SAMUEL QUIROZ, les voy a contar un cuento:

Hace mucho, mucho tiempo, cuando Jasson apenas empezaba a fumar, Daniel repugnaba la música y a Elice todavía les lavaban los pañales, un pequeño, puberto y talentoso duendecillo del bosque, al que todos conocemos como “Samy”, (así es el de las producciones Samy), tomaba clases de guitarra con el único y alucinado por todos: maestro Ernesto Meana.

Después de lloriqueos por las ampollas en los dedos, cuando se tuvo que ir a estudiar a Toluca, decidió aprender a tocar la batería, pero su hermanito lo apañó a las dos semanas por que se dio cuenta de lo bonito que se sacaba el estrés por cierta escuela que lo traumó, mmm, no diremos como se llama la escuela, pero solo digámosle “Instituto cultural de bosque”.



Así que Samy, nuestro pequeño duendecillo del bosque siguió tocando la guitarra. Llegó el momento en donde nuestro querido duendecillo quiso hacer música con sus amigos y después de fallidos intentos con innumerables pitufinos, logró conformar su primer grupo: el xochimilky way, luego se formó Núckleon, luego Daniel los dejó por ojetes y egoístas (solo a Uriel y Javier claro) y nuestro heroico duendecillo nunca olvidó sus ideales: ser feliz.



Mientras Daniel sufría de paludismo, Samuel, Uriel y un tal Alito formaron a un tal grupo muy disque pesado y disque metalero llamado Elice: que después Uriel y Alito fueron a dar al psiquiatra por que la única rola que pegó en el ya afamado Rancho Miled, digo!, Radio Miled fue la que compuso nuestro querido Samy.

Una canción muy bonita con profundos mensajes a diferentes niveles, llena de parábolas y paradojas (así como hablaba Jesucristo) para que llegue al espíritu, aunque ni siquiera Samy lo sepa.



El querido duendecillo tuvo que dejar su pueblo de Valle de Bravo por que en Guadalajara lo contrataron para hacer microsistemas y así salvar al mundo (y ganar mucho dinero y comprarle muchos instrumentos a sus amigos duendecitos ¿verdad Samy?), pero nunca dejó de componer, grabar canciones y ser el mero picudo y chucho cuerero para las masterizadas y mezclada de discos de mucha calidad como Madre África.



Samuel a través de una padrísima mezcla de inspiraciones de estrellas líquidas, una guitarra afinada siempre como la de goo goo dolls y mucha gente alrededor suya que lo quiere mucho, nos trae su nuevo sencillo (pero no el primero ni mucho menos el último): Así voy.



Este fin de semana, estuvo en el estudio de la casita del bosque, quien originalmente él fundo por ahí del 2001. Con una ancha sonrisa y tan alegre optimista, trabajador y cuenta chistes como siempre nuestro querido y puntual duendecillo Samuel Quiroz Corkidi estuvo recordando los viejos y buenos momentos en valle de bravo, aunque al fin de cuentas se fue la luz y el pobre no pudo grabar nada. Pero como es bien inteligente después de que compre su isla, nos va a patrocinar el próximo colectivo vallesano donde va a poder grabar lo que quiera.



¡Te queremos Samy, te queremos!